
Un Tango contra la Homofobia
Por Daniel López Pereyra, Mirada-H
El Tango, según cuenta la historia, se bailaba entre hombres. Era una danza que se tocaba en los burdeles, y mientras los mozos esperaban su turno, bailaban esta danza entre varones. Quizás por ello la próspera sociedad porteña de fines de 1880 veía esta danza con malos ojos.
Ya pasaron más de 100 años, desde que este género nació en Buenos Aires. Hoy es una danza que identifica, sin dudas, a la Argentina en el mundo. Es por ello, que a través del tango, un argentino, propone la visibilidad de las minorías sexuales a través del ritmo del 2*4.
Edgardo Fernández Sesma, fue un militante gay en organizaciones como la C.H.A. (Comunidad Homosexual Argentina) y luego en S.I.G.L.A. (Sociedad de Integración Gay Lésbica Argentina). Él tuvo una iniciativa usando al Tango como base.
M.H. ¿Como surgió la idea de «Un tango contra la homofobia?
E.F.S.: Viajando por el mundo conocí gente mucha gay y duras historias de vida detrás, por otro lado empecé a bailar tango hace 12 años y me encontraba con gente que manifestaba su deseo aprender bailar Tango queer, algo imposible en sus países. Fue entonces que me surgió la idea de unir ambas cosas –las persecuciones y la imposibilidad del baile-, en algún tipo de demostración. Así nació la idea de hacerlo bailando un tango.
M.H. ¿Es esta la primera vez que se organiza un evento de este tipo?
E.F.S.: Esta es la tercera vez; el año pasado hicimos el primero en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada y fue necesaria la colaboración de unas 80 personas para poder armar todo y bailar, y lo logramos.
M.H.: ¿Vos sos profesor de Tango? Contanos tu trayectoria.
E.F.S.: Empecé a aprender a bailar Tango Queer hace unos 12 años, y empecé a ayudar en clases hace 4 años, seguí luego dando clases como maestro de tango. Las clases son más recreativas que técnicas; buscan la integración, la inclusión y generar lazos de amistad y compañerismo, además de transmitir la idea de que el tango “no es solo baile” sino una forma de expresión por todas aquellas personas en tantos lugares del mundo que no pueden bailarlo.
Doy clases «Clases de Tango Diversas» en S.I.G.L.A. desde hace dos años; «Clase de Tango entre Muchachxs» desde hace 2 años en Lugar Gay de Buenos Aires; en la Escuela de Arte del ECUNHI; «Taller de Tango Danza para adultos mayores» en la ex-ESMA.
Lentamente voy difundiendo los mismos conceptos relacionados al tango libre, libertad de parejas y de roles, así como el tango contra la homofobia.
Desde 2014 dicto Clases de Tango Libre en Bar Notable Los Laureles, emblema del tango en Buenos Aires.
M.H.: ¿Has recibido apoyo de las organizaciones, de empresas privadas o del estado?
E.F.S.: El grupo lo conformamos con algunos integrantes de las clases de tango antes nombradas, más algunos milongueros solidarios.
Siempre tuvimos apoyo de S.I.G.L.A. Allí armamos los carteles y la organización.También recibimos apoyo de los chicos de “Contrapedal” Ciclismo contra la discriminación del que soy parte.
En cuanto al Estado, no conseguimos ni siquiera el permiso de la Ciudad para hacer el baile en Plaza de Mayo, porque nos pedían cosas increíbles. Lo mismo sucedió con el auspicio del INADI; nos pidieron tantos trámites burocráticos que al final desistimos, no agrega nada al evento ese auspicio.
M.H.: En «Un Tango contra la Homofobia» se hace referencia a países donde se han sancionado leyes contra las prácticas homosexuales. ¿Han tenido contacto con organizaciones de alguno de esos países?
E.F.S.: En casi todos estos países están prohibidas las organizaciones y si alguna existe, trabaja en la clandestinidad; así que no tenemos ese contacto, pero sí con personas individualmente a quienes informamos de nuestra actividad. Siempre se alegran manteniendo la esperanza de que las cosas cambien algún día.
M.H.: La Argentina ha avanzado mucho en el reconocimiento legal de los diferentes colectivos sociales. ¿Creés que la sociedad ha evolucionado al mismo ritmo que las leyes?
E.F.S.: Pienso que una parte de la sociedad va un poco detrás de lo que son las leyes que tenemos. Otra parte se tuvo que poner a la par y otra parte ya estaba acompañando los reclamos e ideas de igualdad para las minorías sexuales. De todos modos, una herramienta importante para esto no la tenemos, y es una Ley Antidiscriminatoria (como existe en Chile, Uruguay, México, Colombia, etc.); que incluya una legislación contra crímenes de odio.
Desde hace 26 años se intenta que el Congreso nos incluya en la Ley Antidiscriminatoria; incluso se ha logrado hace poco la aprobación de un proyecto por unanimidad en Diputados, pero luego murió en el Senado.
Es un caso curioso, porque con todas las mayorías parlamentarias a favor de la aprobación, e incluso una promesa de la Presidente, el año pasado, no se ha logrado nada.
En otro aspecto, el trabajo de las organizaciones en el área Educación, Sindicatos, Policía, Fuerzas Armadas, etc. que es muy loable y ejemplar, contribuye todo el tiempo a cambiar al sector que continúa con prácticas o lenguajes homofóbicos.
M.H. Esta edición de «Un Tango contra la homofobia» se va a hacer en El Bar Los Laureles. Los que quieran participar ¿deben llevar algún atuendo en particular, calzado especial? ¿Tienen que saber bailar tango?
E.F.S.: No hay que llevar nada, bailaremos como estamos siempre, nos colgaremos en la espalda carteles con los nombres de los países y eso será lo más importante: la Visibilidad de los carteles que representa a los países que sufren persecución por homofobia. El baile será solo unos pocos pasos, así que no es necesario saber bailar. Para quienes lo deseen, antes del evento el 21 de Mayo, a las 20 horas, daré en el lugar una clase de tango gratuita.
Un Tango contra la Homofobia (3) se realizará el día 21 de mayo a partir de las 22:00hs, en el Bar Los Laureles, Av. Iriarte 2290, Buenos Aires, Argentina.