
El Manifiesto de las Alas Rotas
Como cronista de obras del circuito off de Buenos Aires, la mayoría de las veces me encuentro con perlas perdidas en la ciudad. Bellísimas obras, con actores que lo dan todo y con poco presupuesto, y el espectador se va de la sala satisfecho, con un mensaje o una historia que lo deja pensando o riendo.
En menor medida, aunque las hay, hay obras que solo dejan un sabor amargo.
Me dirijí a Animal Teatro, un espacio enclavado en el barrio de Boedo. Se ingresa por uno de los lados de la propiedad, de una típica casa de principios del siglo XX. Una vez atravesado el pasillo el espectador se encuentra con un patio, poco iluminado y algunos desniveles que pueden resultar peligrosos para personas con problemas de motricidad. Aunque en una noche de verano, seguro es muy apreciado realizar una espera allí, hasta que los organizadores «den sala». Hay una pequeña barra donde se pueden consumir algunas minutas y tomar algún trago.
Una vez ingresado a la sala, lo primero que noté fue la disposición de las sillas para los espectadores. La primera fila al nivel del piso, pero luego hay unas tarimas de madera y sin barras de contención, a un metro veinte de altura, que resulta peligrosa a simple vista. Y desde ya, imposible de acceder a un fila de sillas de un nivel intermedio o superior, para personas con problemas físicos.
La obra comienza con una introducción de los personajes, cuatro actrices sobre el escenario, cuya acción es más bien realizar «monólogos», sobre la vida de los actores, y lo difícil de las carreras de las personas que eligen ser actores. Todo muy autorreferencial.
Ya en el nudo de la obra, ésta comienza a tomar un giro inesperado. Porque no solo se quejan de la mísera vida de personificar otras vidas sobre un escenario, sino que atacan con descalificaciones y con nombre y apellido a reconocidos actores. Que pueden gustar o no al público, pero en la historia se deja bien en claro el desprecio hacia los actores «hombres» que ellas (o sus personajes) detestan u «odian». No sabemos sí es por la envidia que generan o generaron (porque incluso atacan a actores que ya han muerto), o bien por una cuestión de género. Al parecer el feminismo del siglo XIX, no se basa en resaltar las virtudes femeninas, sino en menospreciar al género masculino, simplemente por ser hombres.
Cuando creía que ya había escuchado y visto bastante, vuelve a tomar un nuevo giro; cuando una de las actrices comienza a proclamar a viva voz una consigna política. «Viva Perón!» gritaba. Giré mi cabeza para ver la reacción del público, quien en muchos casos se los notaba incómodos frente a tal hecho. Luego de esa patética escena, pocos minutos después concluye la obra, con poco para agregar.
Problemas de seguridad
Ya habían prendido las luces, para que los espectadores comenzaran a desalojar la sala, cuando se escucha un fuerte golpe.
Desde la tarima del nivel medio, cae una mujer joven al piso, golpeándose severamente. Aunque luego de unos minutos, se levantó y se retiró.
Conclusión
El Manifiesto de las Alas rotas es una obra autorreferencial del mundo los actores (o actrices en este caso), que no llegan a ser lo famoso que quisieran. La obra descarga en el espectador la frustración de la profesión. Se lamentan y usan a la platea como una especie de terapeuta. Descargan el odio, las broncas, las quejas y anexa de forma incongruente, una posición política que ni siquiera sigue un hilo conductor.
Sí quieren perder dinero y tiempo, pueden encontrar esta obra todos los sábados a las 20:00 horas en Animal Teatro.(Casto 561, CABA). Entradas por Alternativa Teatral o en la boletería del teatro.
FICHA TÉCNICA
Dirección y dramaturgia: Yoska Lázaro
Actrices: Marian Santellán, Noelia Vera, Charo González, Flor Seggiaro, Karla Prieto (desde Perú)
Diseño de luces: Paula Fraga
Asistencia de dirección: Lucas Krutnik
Coreografía: Noelia Vera
Composición musical: Noelia Vera y Adrián Cappuccio
Diseño creativo gráfico: Noelia Vera
Realización de diseño gráfico: Estefanía Merino
Fotografía y realización de video: Yael Blue
Diseño de espacio: Yoska Lázaro
Prensa: 0KM Prensa
Producción general: Teatro A Tres Velas y LPMProducciones